Madre es cualquier hembra que ha tenido hijos. En esta sociedad especista, no importa ser madre, no importa si un individuo siente, lo que parece prevalecer a la hora de respetar al otro, es la especie a la que uno pertenece.
En una sociedad especista la realidad es que hay madres violadas a las que luego le robarán su leche, la cual debería ser destinada a sus hijos/as, quienes, luego de una amarga separación de aquella que los dio a luz, están condenados a morir o a vivir una vida de privaciones y miserias.
Hay huevos provenientes de madres también violadas condenadas a una vida de encierro, privadas de total dignidad y libertad. Viviendo en jaulas, algunas centímetros más grandes, otras más limpias; todas son en definitiva, una desesperante cárcel para ellas.
Madres víctimas de la peletería, esclavas en un circo, prisioneras en un zoológico, torturadas en un bioterio, asesinadas en un matadero, pero madres que aún poseen interés en disfrutar de sus vidas.
Hay madres humanas condenando la violación pero financiando violaciones de otras madres, feministas explotadoras condenando la explotación, mujeres especistas condenando la discriminación y desigualdad. Mujeres, que dicen ser mujeres justas, festejando un dia, tan solo un dia al año, mientras que aquellas a quienes la justicia misma no recuerda, se encuentran condenadas a sufrir cada día de sus vidas, cada hora, cada minuto, cada segundo, cada instante.
Depende de nosotros que esto cambie, en el corto, medio o largo plazo. Mientras más pronto abrás los ojos, más pronto finalizará esta injusticia. Muchos animales aún esperan ser respetados y vivir una vida sin torturas, sin humillacion, sin especismo.
Por ellos y ellas que aún esperan, considera hacerte vegano/a.
Marcela Palavecino
